Muchas veces somos conscientes de que gestionamos mal nuestro tiempo, pero no hacemos nada para cambiarlo, quizás por no saber cómo hacerlo, o por pensar que perderemos más tiempo organizando.
- Ser eficaz realizando nuestras tareas.
- Recuperar tiempo perdido o tiempo que no controlamos (atascos, reuniones imprevistas, llamadas telefónicas, etc.).
- Disminuir el estrés ante la acumulación del trabajo o la percepción de falta de tiempo.
¿Qué hacer para gestionar el tiempo?
- Conoce tus tareas. Siéntate tranquílamente con tu libreta, agenda u ordenador y piensa en lo que debes hacer ese día o esa semana.
- Dales un valor. Clasifica las tareas en urgente, no urgente, importante o no importante.
- Priorízalas. Ordena esas tareas según el orden en que las deberás llevar a cabo.
- Fija unos objetivos o plazos de cumplimiento. Programa unos límites de tiempo, te ayudará a no posponer las tareas, pero si por algún motivo no siempre los cumples, no te agobies, puedes modificar tu plan.
- Empieza a llevarlas a cabo. Parece lógico, pero a veces dejamos pasar el tiempo sin empezar a hacer nuestro trabajo, teniendo como excusa que no sabemos por dónde empezar, pero recuerda que para eso has planificado tus tareas.
- Dedícate tiempo para el descanso. Tan importante como llevar a cabo nuestras tareas, es tomar un descanso cada cierto tiempo, así evitaremos el estrés y la falta de rendimiento.
- No temas los imprevistos. Cuando se presenta algún acontecimiento no planificado, a veces no sabemos cómo afrontarlo, pero debemos prever esto en nuestra planificación, no pasa nada si un día tardamos más de la cuenta en una reunión, o recibimos un email de última hora con algo urgente, simplemente anótalo en tu plan y llévalo a cabo, modificando lo que veas conveniente.
- Delega cuando sea posible y necesario. En muchas ocasiones nos cuesta delegar o decir que no, pero reconocer nuestras limitaciones es muy importante, si puedes delegar en alguien en un momento crítico, hazlo, sino, tranquilízate y concéntrate al máximo en llevar a cabo tu trabajo.
- Y, por último, termina tus tareas. Tan lógico como empezarlas, es acabarlas, lo peor que te puede pasar es que dejes muchas tareas a medias, porque te costará retomarlas. Así que procura terminar lo que empieces, y ordena tu plan en torno a ello.