El capital humano es el conocimiento que los individuos adquieren a lo largo de su vida y éste es utilizado para producir buenos servicios o ideas en el mercado o fuera de él, es decir, el conocimiento en servicio de la sociedad.
Actualmente se considera la necesidad de replantear la
asignación de mecanismos para producir, difundir y consumir el conocimiento,
existiendo un reconocimiento mayor sobre la labor del capital humano en el
mercado, y volviéndose significativa la inversión en la competitividad humana a
través del conocimiento.
Según la OCDE se percibe que el conocimiento se ha
incrementado en los trabajadores, formando cada vez más, una importante
proporción en el componente productivo relativo a la materia prima y capital
fijo. Se insiste en la importancia de reconocer el conocimiento como elemento
importante del capital humano para incrementar la cotización del mismo.
¿Qué supone invertir en el
capital humano?
El principal problema que se plantea es responder a las cuestiones sobre cómo, quién y cuándo se ha de solventar la inversión en el capital humano.
Esta reflexión conducirá a la
toma de decisiones en cuanto a la formación del capital humano sobre:
¿Qué costes y beneficios trae la inversión en la formación?,
¿Cuál es la recompensa atribuible a la producción originada por la adquisición del conocimiento por parte de los trabajadores?
¿Cuál es la retribución por la adquisición, difusión o consumo del conocimiento para los particulares, las empresas o la sociedad en general?
¿Cuál es la relación entre la formación y el crecimiento de la productividad y competitividad en el mercado logrado por el trabajador con mayor conocimiento?
Creo que las respuestas a estas preguntas son claras y positivas, al menos desde mi punto de vista, la inversión en el capital humano, es la mejor de las inversiones que se pueden realizar en nuestra sociedad. Tener ciudadanos formados, nos dará una sociedad de conocimientos, ideas, objetivos, proyectos, etc., que irán en beneficio de todos. Sería mirar hacia delante en una misma dirección, el progreso.
¿Qué costes y beneficios trae la inversión en la formación?,
¿Cuál es la recompensa atribuible a la producción originada por la adquisición del conocimiento por parte de los trabajadores?
¿Cuál es la retribución por la adquisición, difusión o consumo del conocimiento para los particulares, las empresas o la sociedad en general?
¿Cuál es la relación entre la formación y el crecimiento de la productividad y competitividad en el mercado logrado por el trabajador con mayor conocimiento?
Creo que las respuestas a estas preguntas son claras y positivas, al menos desde mi punto de vista, la inversión en el capital humano, es la mejor de las inversiones que se pueden realizar en nuestra sociedad. Tener ciudadanos formados, nos dará una sociedad de conocimientos, ideas, objetivos, proyectos, etc., que irán en beneficio de todos. Sería mirar hacia delante en una misma dirección, el progreso.
En definitiva, el capital
humano es el mayor recurso que poseemos para el mantenimiento y desarrollo de
nuestra sociedad; y debemos pensar firmemente que una buena inversión educativa
nos reportará grandes beneficios a corto y largo plazo en el desarrollo de
nuestra economía, no se nos debe olvidar que tenemos un gran potencial en
nosotros mismos y que nosotros somos la mejor herramienta de trabajo que
existe.
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