Al hablar en público, tan importante es lo que se dice, como la forma en la que se dice. Escribir el discurso es sólo una parte del trabajo, pero muy importante, ya que sin el contenido, la exposición estaría vacía, no habría nada que decir, y por ello, empezaré dando unos consejos para preparar el contenido en una exposición:
- Temática. Si dominas el tema del que vas a hablar, prepáralo desde tu experiencia, ya que será más fácil de transmitir y recordar, si, por el contrario, desconoces el tema del que vas a hablar documéntate a conciencia e intenta llevar el tema a tu terreno para dominarlo.
- Organización. Una vez que tengas claro el tema y la información necesaria para tu intervención, organiza esa información. Plantéate una serie de ideas clave o un esquema, en el que tengas claro el principio y el final de la idea que quieras presentar, puedes partir de lo general a lo específico o viceversa.
- Ejemplos prácticos. Es una manera de llamar la atención de los oyentes y además una manera eficaz de explicar de manera práctica el tema del que se está tratando.
- Vocabulario sencillo. A no ser que sea una intervención ante especialistas de la materia, considera que entre tus oyentes tienes a personas muy variadas, por lo que deberás utilizar, en la medida de lo posible, un lenguaje genérico, fácilmente entendible y sencillo, lo que no significa que sea irrespetuoso o inapropiado. Además evita frases muy largas o enrevesadas que no se puedan entender con facilidad.
- Inicio y cierre. No te olvides que, a parte del tema a tratar, el principio y el final de tu intervención son muy importantes; el inicio para captar la atención del público, y el final para dejar una buena impresión, puedes cerrar un discurso con una cita, un pequeño resumen o reflexión personal.
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