Hablar en público supone todo un reto para algunas personas, pero no es algo raro, simplemente hay que prepararse y ensayar para la puesta en escena; y, el primer paso es tener claro el objetivo de la intervención, ya que será fundamental para preparar la presentación. Por ello, en la fase de preparación no hay que limitarse sólo a elaborar el discurso, sino que hay que plantear la forma en la que se va a exponer:
- El tiempo. A veces se nos olvida en el ensayo que debemos controlar el tiempo que empleamos en el discurso o exposición. No hay que ir ni muy despacio ni muy deprisa, mi truco es hablar un poco más despacio de lo habitual (en una conversación solemos hablar un poco rápido), pero sin notar que nos aletargamos. Si tienes dudas grábate y al escucharte valora el ritmo que debes llevar para que se entienda bien el discurso.
- Los silencios. Tan importante como hablar, es hacer determinados silencios o pausas, para no dar sensación de ahogo y para dar tiempo a los oyentes a que asimilen tus palabras. Es recomendable hacer un silencio por cada párrafo, frase larga o idea clave, en caso de una presentación visual.
- Lenguaje corporal. No sólo transmitimos con palabras, sino también con nuestro cuerpo, por ello debemos cuidar nuestras posturas, gestos, orientación hacia el público, etc. Siempre que puedas, haz la intervención de pie, sin mesas o atriles delante y mira a tus oyentes siempre que puedas, no gesticules en exceso con los brazos, ni te muevas rápido de un lado a otro. Si estas tras un atril o mesa, intenta no perder la atención del público para no dar sensación de distanciamiento.
- Mente en blanco. Si te ocurre esto, que no cunda el pánico, respira, intenta recordar (lo que en tu cabeza parece una eternidad, en la realidad son unos segundos) y si no te viene la idea a la cabeza, no lo escondas, pide disculpas y reconoce que has perdido el hilo, que vas a consultar tus notas para continuar, el auditorio seguro que te apoya y agradecerá tu sinceridad.
- La imagen. Ante una presentación en público no se trata de ir de gala, pero tampoco en pijama, la sencillez es la clave, los colores neutros y bien vestido, en unos casos, un pantalón vaquero y una camisa serán suficiente y en otros será oportuno vestir de traje, valora tú mismo la presencia que quieres tener.
Con todo esto, tienes que conseguir que los oyentes se interesen por lo que dices y esto exige dominar las técnicas de la comunicación; ya que, un discurso o presentación puede ser un éxito o un fracaso en función de la habilidad que tengas y demuestres en escena.
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