Páginas

COACHING PERSONAL

El coaching personal es una manera para lograr el desarrollo máximo de una persona, con el fin de alcanzar una serie de objetivos, para conseguir un cambio. En el proceso de coaching personal, el Coach ayuda a la persona a marcar sus metas y a alcanzarlas, en el plano familiar, sentimental, social, etc.

Para que el Coaching sea efectivo, debe ser el propio Coachee el que tiene que estar motivado hacia el cambio; y el que tiene que creer que puede mejorar en algún aspecto de su vida. La función del Coach es la de guiar ese pontencial que posee el Coachee para que sea capaz de reconocer sus propias herramientas y conseguir sus objetivos personales. 

Como ya comente en la entrada anterior, el coaching es un proceso que requiere un tiempo, se debe llevar a cabo de manera positiva y paciente, ya que es un trabajo constante que debe perdurar. Periódicamente, se deben realizar revisiones del plan inicial, con el fin de mejorar y perfeccionar la experiencia de Coaching; ya que, el desarrollo de este proceso puede sufrir modificaciones, que hagan que se deba modificar alguna meta propuesta inicialmente, siempre y cuando el Coachee lo crea conveniente, ya que, es dueño de sus decisiones y de sus objetivos.

Finalmente, los resultados que se obtendrán del Coaching Personal serán: que el Coachee se conozca mejor a sí mismo, que aumente su confianza en él, que mejore y fortalezca su autoestima, que aprenda a establecer prioridades, que logre un equilibrio en los distintos planos de su vida, que de a conocer su potencial interno, que aprenda a delimitar objetivos, y un largo etc.


FASES DEL PROCESO DE COACHING

En el proceso de Coaching existen una serie de fases, que se realizan de manera consecutiva, que ayudarán al Coachee a alcanzar la meta deseada. Estas fases nos ayudan a marcar un ritmo en el proceso de Coaching y también a que el Coachee entienda el significado del cambio que va a lograr. A continuación os expongo estas fases: 

  • Analizar: el Coach ayuda al Coachee, a través de preguntas, a identificar y definir las carencias y comportamientos que le impiden lograr sus objetivos. 
  • Tomar conciencia: es la fase que nos capacitará para poder elegir y tomar decisiones acertadas. El Coach guiara al Coachee a tomar las decisiones adecuadas y sus posibles consecuencias, además de facilitarle las herramientas necesarias para la elección. 
  • Fijar objetivos: en todo proceso de Coaching se deben definir unos objetivos para lograr solventar el problema que presenta el Coachee, existen varias formas de plantear esos objetivos, como por ejemplo: 
    • La afirmación negativa “Quiero dejar de estar desanimado” 
    • Definir el objetivo como lo contrario al problema “Quiero sentirme motivado en el trabajo”. 
    • Tener un modelo de referencia “Quiero ser extrovertido como mi compañero Pedro” 
    • Definir características clave “Quiero ser un empleado con…” 
    • … 
  • Actuar: en esta fase el Coachee deberá poner en marcha la realización de sus objetivos de manera constante, mientras que el Coach servirá de guía en el proceso y ayudará al Coachee a superar las dificultades de la puesta en práctica. 
  • Medir: aquí se comprobará si se estan consiguiendo los objetivos, midiendo si nos acercamos o nos alejamos de ellos, observando los resultados que se están obteniendo. 
  • Comprometerse: el proceso de Coaching concluye con un compromiso relacionado con el plan de acción acordado entre el Coach y el Coachee este compromiso es la clave para mantener en el tiempo el trabajo que se ha realizado durante el proceso. 

El proceso de Coaching se lleva a cabo todo el tiempo que sea necesario, hasta que el Coachee sea capaz de poner en práctica lo aprendido de manera intrínseca. De ahí la necesidad de marcar un compromiso duradero de actuación. Es muy importante que el Coaching no quede en unas cuantas sesiones y una vez alcanzado el objetivo ya no se mantenga en el tiempo, ya que puede volver a surgir un problema similar y repercutir negativamente en el Coachee. Por ello, debemos aprender a ser constantes y, además, a mantener los aspectos positivos que hayamos adquirido durante el proceso.

HABLEMOS DE COACHING

¿Qué significa "Coaching"?

Coaching viene del verbo inglés “to coach” que significa “entrenar”, tanto en el terreno empresarial como en el terreno personal, es decir, preparar a una persona para lograr una serie de objetivos. El Coaching es un proceso interactivo donde Coach (profesional) y Coachee (cliente) buscan el camino correcto para potenciar sus propios recursos y habilidades.

El Coaching se lleva a cabo a través de un sistema de preguntas con el que el Coach ayuda al Coachee a sacar lo mejor de sí mismo. Se parte de la base de que el Coachee posee la capacidad para resolver la situación, ya que el Coach no enseña, sólo guía al Coachee a encontrar las mejores respuestas. En resumen, el Coach pregunta al Coachee, pero nunca le da la respuesta, solo sirve de guía en el proceso de Coaching.

Tanto Coach como Coachee tienen una serie de funciones dentro del proceso de Coaching, estas son: 
  • Funciones de Coach
    • Fijar objetivos.
    • Concretar metas. 
    • Influir positivamente. 
    • Motivar. 
    • Proveer de herramientas.
    • Transformar.

  • Funciones del Coachee
    • Ser sincero.
    • Asumir las consecuencias.
    • Compromiso.
    • Confidencialidad.


Ámbitos de aplicación del Coaching.

El Coaching se puede aplicar prácticamente en todos los ámbitos de la vida, pero tiene, principalmente, dos ámbitos de aplicación, el ámbito personal (familia, pareja, amigos, etc.) y el ámbito profesional (trabajo, compañeros, empresa). A continuación expongo brevemente como se aplica en Coaching en estos dos ámbitos:
  • Personal: ayuda a resolver los problemas personales y a obtener un equilibrio. También facilita el desarrollo potencial de las personas para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad. El Coach puede ayudar al Coachee a esclarecer sus metas personales y a ponerse en el camino adecuado para alcanzarlas. 
  • Profesional: en este campo optimiza el desempeño profesional, trabajando la dinámica personal, grupal y organizacional. En este caso, el Coach no presiona, ni aconseja, ni recomienda, sino que explora, hace preguntas y ofrece interpretaciones para que el Coachee desarrolle una nueva perspectiva que le permita el descubrimiento de nuevas acciones y posibilidades y consiga los objetivos buscados.

En las próximas entradas os hablaré con más profundidad del Coaching personal y el profesional, además de las fases del proceso de Coaching. Por último, os animo a que lo practiquéis en ambos ámbitos, siempre y cuando lo necesitéis, como Coachees. Y en cuanto a los profesionales de RRHH, también os animo a que lo promocionéis en vuestro entorno laboral, siempre con la petición previa del personal que lo requiera, para fortalecer el trabajo y el equipo humano de vuestra empresa.

IMAGEN PROFESIONAL

Como ya comenté en entradas anteriores, la imagen profesional es muy importante a la hora de presentarse a una entrevista o ante un jefe, un cliente, etc. Ir correctamente vestido es la mejor carta de presentación que puedes tener.

Ante una entrevista de trabajo la primera impresión que se tiene de una persona es su imagen, por ello, hay que cuidar todos los detalles del vestuario, pero sin dejar de ser naturales y fieles a nosotros mismos, ya que nuestro estilo también nos define.

¿Qué es la imagen profesional?

La imagen profesional es el conjunto de características que, a simple vista, representan la percepción sobre el nivel de competencia en determinado ámbito laboral. Por lo general, todos queremos ser descritos como técnicamente competentes, con dominio de las habilidades sociales, comprometidos con el trabajo, responsables, etc., y nuestra imagen profesional puede dar a entender varias de estas características antes de que podamos demostrarlas.

¿Cómo potenciar una imagen profesional positiva?

Para potenciar una imagen profesional positiva, existen una serie de elementos personales en los que debemos prestar atención para dominar las situaciones sociales o laborales en las que queramos dar una determinada impresión: 
  • Lenguaje verbal: como el tono de voz, la velocidad del discurso, la gramática, el acento, el vocabulario, etc. 
  • Lenguaje no verbal: gestos, posturas, expresión facial, disposición ante el interlocutor, etc. 
  • Nuestros actos: los actos que nos definen, como la puntualidad, el esfuerzo, la constancia, la empatía, la amabilidad, etc. 
Estos son factores altamente valorados por los entrevistadores o los jefes, si somos capaces de transmitirlos debidamente.

Además, para construir una imagen profesional positiva, debemos fortalecer la credibilidad y mantener la autenticidad, esto quiere decir que tu imagen y lo que haces o transmites debe intentar estar en consonancia, para que los demás aprecien debidamente tu trabajo y esfuerzo, como ya os comentaba anteriormente en la actitud durante la entrevista de trabajo. Fomentar esa credibilidad puede suponer ser lo que los demás quieren que seas, aprovechando los aspectos positivos que ello suponga, pero debes recordar que, también es muy importante mantener la identidad de cada uno, porque es lo que nos hace únicos e irrepetibles.