DIRECCIÓN POR OBJETIVOS

La Dirección por Objetivos es un estilo de gestión en la empresa basado en los resultados, donde el empleado y el mando, conjuntamente, definen y estructuran los objetivos del sistema y establecen las áreas de responsabilidad de cada uno, como base para la medición y evaluación de los resultados a alcanzar.

Este sistema se basa en:

• Objetivos que regirán la actuación del colaborador en un período.
• Mecanismos de seguimiento para detectar cualquier error en el cumplimiento de los objetivos.
• Pautas que permitan evaluar el grado de consecución de los objetivos.
• Un sistema de compensación sustentado en el logro de los objetivos fijados.

En el desarrollo de la Dirección por Objetivos se deben destacar dos ideas. Por un lado, diferenciar los objetivos de la empresa, ya que existen unos objetivos generales y otros más específicos para los distintos departamento o áreas de la empresa y; especificar unos objetivos concretos para cada puesto de trabajo, definiendo sus procesos, actividades y tareas. Y por otro, destacar el consenso entre los colaboradores, asumiendo la responsabilidad de establecer, junto con su superior, sus propios objetivos en conformidad con los de la empresa, revisando conjuntamente su consecución y; participando en la definición de los objetivos de su puesto de trabajo y de su departamento, favoreciendo la motivación hacia ellos y logrando que sean más capaces de alcanzarlos.

También implica dos componentes por parte de los directivos, éstos son motivación y resultados. Es necesario que proporcionen al equipo directrices claras para la realización de su trabajo, que trasladen al personal una imagen clara de lo que se espera de ellos, que conciencien a los trabajadores de la importancia que tienen sus contribuciones y aportaciones a los resultados finales y, que trasmitan que el trabajo que realizan es importante.

Queda de relieve que la Dirección por Objetivos plantea una serie de ventajas como la mejora de las relaciones entre jefes y directivos, la creación de un sistema de control, a través del autocontrol, el perfeccionamiento de los objetivos propuestos por las diferentes unidades y, el progreso en el sistema de planificación de los directivos. Aunque también pueden surgir inconvenientes como problemas para definir los objetivos o dificultad en el establecimiento de indicadores que permitan verificar el cumplimiento de los objetivos.

Aun así, son mayores las ventajas que los inconvenientes que presenta este sistema de dirección, por lo que reporta grandes beneficios en la gestión empresarial, siendo las claves para implantar la Dirección por Objetivos de manera eficaz, estimular la participación e implicar a todos los participantes en el proceso.