El estrés laboral es uno de los trastornos psicosociales emergentes, que están cobrando una gran importancia en materia de Prevención de Riesgos Laborales, debido a su alto índice de incidencia en la actualidad. Esto está condicionado por una mala organización del trabajo, exceso de tareas, inseguridad laboral, presión en el trabajo, horario de trabajo, etc.
Este trastorno, no sólo provoca problemas de salud mental, sino que, los trabajadores sometidos a largos periodos de estrés laboral pueden desarrollar problemas graves de salud física, como enfermedades cardiovasculares o problemas musculoesqueléticos.
Para la organización, los efectos negativos se traducen en un descenso de la productividad de la empresa, ineficacia en el trabajo, aumento de bajas laborales y una mayor probabilidad de sufrir accidentes o lesiones.
Además, los costes que supone a las empresas y a la sociedad son elevados, ya que una situación de baja, conlleva una serie de gastos sociales y médicos que debe cubrir la empresa y la seguridad social.
El INSHT en una de sus notas prácticas, ofrece esta serie de medidas preventivas, a tener en cuenta para evitar o reducir el estrés laboral, estas son:
- Facilitar una descripción clara del trabajo que hay que realizar, de los medios materiales de que se dispone y de las responsabilidades.
- Asegurarse de que las tareas sean compatibles con las capacidades y los recursos de los individuos y proporcionar la formación necesaria para realizárlas de forma competente, tanto al inicio del trabajo como cuando se produzcan cambios.
- Controlar la carga de trabajo, tanto el exceso de trabajo, como la poca actividad pueden convertirse en fuentes de estrés.
- Establecer rotación de tareas y funciones en actividades monótonas y también en las que entrañan una exigencia de producción muy elevada.
- Proporcionar el tiempo que sea necesario para realizar la tarea de forma satisfactoria, evitando prisas Proporcionar el tiempo que sea necesario para realizar la tarea de forma satisfactoria, evitando prisas plazos de entrega ajustados.
- Favorecer iniciativas de los trabajadores en cuanto al control y el modo de ejercer su actividad.
- Explicar la función que tiene el trabajo de cada individuo en relación con toda la organización.
- Diseñar horarios laborales que no entren en conflicto con las responsabilidades externas al trabajo.
- Evitar ambigüedades en cuestiones como la duración del contrato de trabajo y el desarrollo de la promoción profesional.
- Fomentar la participación y la comunicación en la empresa a través de los canales que sean más idóneos para la organización.
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